PUERTO RICO, noviembre 2022

Muere baleado joven militar por salvar a su prometida

Padre y novia de Jancarlo Rivera narran lo que ocurrió el día del asesinato del militar
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HOMICIDA DEL MILITAR

Jeromy Pietri Napoleoni (con cubreboca) apuntó a Jineyshka Cruz Bonilla con un arma de fuego y le disparó a Jeancarlo Rivera en el momento que el militar se puso frente a la arma para evitar que le hiciera daño a la joven, relató su novia durante el careo.


La novia del militar, y testigo principal del crimen, contó lo que ocurrió en El Tuque la tarde del altercado con Ana Napoleoni y su hijo Jeromy Pietri, asesino del joven militar.


Por: Francisco Javier Soler

La vista preliminar contra Ana Napoleoni y su hijo Jeromy Pietri Napoleoni por el asesinato del joven militar Jancarlo Rivera Lugo comenzó hoy, miércoles de febrero 2023, con los testimonios en sala del padre y la novia de la víctima.

La vista se dio ante la jueza Lizandra M. Avilés Mendoza, en la sala 403 del Tribunal de Primera Instancia de Ponce.

El primero en sentarse en el banco de los testigos fue Carlos Rivera, padre de la víctima fatal en este caso, interrogado por la fiscal del caso, Anette Esteves.



Atormentado por la perdida de su hijo y sin dejar de llorar, el padre contó que él estaba trabajando la tarde del asesinato de su hijo. A las 6:55 de la tarde recibió una llamada de parte del papá de la novia de su hijo. «Me llamó para informarme que habían herido al nene».

Al preguntárle como reaccionó, respondió: «se me destrozó la vida porque jamás pensé que a mi nene lo iban a herir de bala. Nunca en mi vida pensé porque él todo el tiempo estaba en la universidad».

Rivera narró que lo llevaron hasta el Hospital Damas de Ponce. «Mi hijo estaba muerto. Yacía en una camita. Estaba muerto», contestó Rivera a preguntas de la fiscal Esteves. Ella le mostró al testigo una foto de su hijo y él volvió a hablar: «Ese era "mi bebé, mi hijo, y me lo mataron».

La fiscal solicitó que cuando Rivera se retirara del banco de testigo, se le permitiera permanecer en la sala para que presencie los procesos por ser el padre de la víctima.

-Testigo principal narra lo que vivió la tarde del asesinato-

La segunda testigo traída a declarar en sala fue Jineyshka Cruz Bonilla, novia de Jancarlo Rivera Lugo. Ella lo acompañaba la tarde en que fue asesinado. Cruz Bonilla estableció que residía junto a su prometido Rivera Lugo hace un año. Fueron pareja por cuatro años y convivieron por un año.

La testigo narró que la tarde del 14 de noviembre del 2022 salió de su casa junto a su novio para ir a una tienda a comprar una decoración navideña, e iban en un vehículo Toyota Yaris azul propiedad de Rivera Lugo. El ahora occiso conducía y la testigo iba de compañera. Contó que decidieron tomar la calle Ocho de la barriada Nueva Vida, en El Tuque, porque era una ruta más corta.

«Cuando íbamos bajando por la calle 8 vimos a tres personas armadas en la parte de arriba», contó en la sala. «Estaba la señora en la parte izquierda... la que causó el problema». La testigo identificó a la acusada, Ana Napoleoni.

«Con agresividad (Ana Napoleoni) le grita a Jancarlo que por ahí no bajara». Luego nos ordenó detenernos y dijo: por ahí no se baja.  Jancarlo le contestó: «no hay ningún rótulo». «Ella metió la mano por el cristal y le dio un puñetazo en el centro de la cara a Jancarlo», narró la testigo. Cruz Bonilla describió a la señora como bajita, gordita, achinada, pelo castaño, tenía camisa color "peach" con bordados a los lados y chancletas.

Sobre lo que ocurrió luego de que Rivera Lugo fuera agredido, la testigo explicó que «Jancarlo apagó el vehículo porque en el llavero tenía un "pepper spray", y le lanza en la cara para que se aleje, luego le toma una foto y llama al 911». La joven dijo que Rivera Lugo llamó al sistema de emergencias «para informar que había un problema en la calle».

¿Qué escuchó usted que él dijo en la llamada? preguntó la fiscal Esteves. El abogado de Pietri Napoleoni, licenciado Carlos Torres Nolasco, presentó objeción porque se haría referencia a una tercera persona que no puede ser traída a contrainterrogatorio por estar muerto. La fiscal Esteves argumentó que el testimonio es de propio conocimiento de la testigo porque ella estuvo en el lugar y escuchó. La fiscal insisitó en que es prueba de referencia porque el testigo no está disponible por estar muerto. La jueza Avilés Mendoza declaró no ha lugar la objeción de la defensa, por lo que la testigo pudo contestar que Jancarlo había llamado para reportar el problema que ocurría en la calle.

«Se guardó el teléfono en el bolsillo sin colgarlo. Dejó la línea abierta. Luego de eso nos mandó bajar del auto la señora que causó el problema», contó la testigo. 

«Jancarlo bajó por la parte del conductor. Su lado. Yo bajé por el lado del pasajero, y nos encontramos en la parte de atrás que vendría siendo el baú. Puse mi teléfono en grabación y lo guardé en el chaleco. La señora presente hace una llamada usando un teléfono y la escuché decir "sal un momento que me hicieron algo", narró Cruz Bonilla.

«Acto seguido "salió un joven de la casa que queda frente a la de nosotros". "Era un arma larga», explicó la testigo. Luego la testigo identificó a ese joven en sala como Jeromy Pietri. El joven preguntó «este fue el cabrón», refiriéndose a Rivera Lugo. La testigo contó que Pietri Napoleoni la agredió con la mano derecha mientras tenía el arma en la mano izquierda.

Cruz Bonilla narró que Pietri Napoleoni recargó el arma y Jancarlo le dio un golpe al arma y se puso frente a ella. En ese momento Pietri Napoleoni le disparó a Rivera Lugo.

«Escuché a Jancarlo decir que 'me dispararon'. Se fue de lado y cayó al piso», narró la testigo. Supliqué por la vida de Jancarlo para que no le dispararan más na', (nada)» expresó. A preguntas de la fiscal sobre lo qué hizo luego, la testigo explicó que se acercó a «abrazarlo y arrastrarlo hasta el carro para llevarlo al hospital"» La testigo respondió a preguntas de la fiscal que luego de que Pietri Napoleoni disparó, su madre Ana Napoleoni lo que hizo fue «reírse».

La testigo estableció que en el lugar había más personas además de Napoleoni, Pietri Napoleoni, Rivera Lugo y ella, incluyendo a un hombre que estaba al lado de Napoleoni grabando lo que ocurría. Cruz Bonilla narró que cuando intentaba montar a Jancarlo en el carro para llevarlo al hospital, estaba pidiendo ayuda pero no se la dieron.

La fiscal preguntó qué pasó en ese momento. La testigo respondió que «ella (Ana) me arrebata mi teléfono del bolsillo de mi abrigo... sentí que me estaban dando por la espalda». Identificó a la persona que le daba como a Pietri Napoleoni, pero no vio con qué le estaba dando.

La joven dijo que se sentía "desesperada, triste", y que pedía "que por favor me ayudaran a montarlo en el carro" y que la respuesta de "dos o tres personas que estaban allí presentes" fue "yo no me voy a meter en problemas".

La testigo narró que antes de partir en el carro para el hospital, Ana Napoleoni la amenazó de muerte exigiéndole que guardara silencio. «Honestamente, me comí la calle para llegar al hospital», contó la testigo. Relató que cuando arrancó vio que Ana, Jeromy y otro joven que estaba grabando en el lugar se fueron detrás de ella. Al llegar al hospital Damas comenzó a gritar pidiendo ayuda hasta que dos personas que estaban en una ambulancia los auxiliaron.

«Luego que vi que lo tenían me descontrolé. Siempre quise tener la calma para que Jancarlo llegara al hospital. Luego me descontrolé, desesperada, gritando, hasta que recibí respuesta... que mi prometido Jancarlo había fallecido», narró Cruz Bonilla.

La fiscal Esteves le hizo preguntas a Cruz Bonilla sobre lo que ocurrió el domingo 20 de noviembre, día en que fue citada a la comandandia de la Policía en Ponce como parte de la investigación. Allí a la joven le presentaron varias fotografías para identificar a las personas involucradas en el asesinato de su novio Jancarlo.

La fiscal le preguntó a la testigo si antes de la fecha del fatídico suceso habían pasado por esa calle de El Tuque donde ocurrió el crimen. Explicó que «durante un año subíamos y bajábamos por ahí».

«Vivir día a día se me hace bien difícil. Todos los días es una agonía», expresa con llanto Cruz Bonilla al responder como se ha sentido después del asesinato.

La vista preliminar continuaría en la tarde, al regresar del receso a las 2:00 pm.

La madre e hijo enfrentan cargos por asesinato, tentativa de asesinato, robo agravado, amenaza o intimidación a testigos y violación a la Ley de Armas.

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