La despedida del líder de la Iglesia Católica atraerá la atención de cientos de
millones de personas de todo el mundo después de casi doce años de papado.
Soraya Melguizo - El Español - 25 abril 2025
En un sencillo ataúd de madera revestido de zinc y terciopelo rojo en lugar de los tres habituales, sin catafalco, sin frisos ni bordados. Fue el último deseo del Papa Francisco, que aspiraba a una despedida sobria y sin los fastos de otras épocas. Y así será enterrado este sábado, tras morir el lunes a los 88 años, en la basílica de Santa María la Mayor, en el barrio romano del Esquilino.
El funeral. Se celebrará mañana sábado a las 10 de la mañana en la Plaza de San Pedro. La misa será presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, quien en 2023 ofició el funeral del papa emérito Benedicto XVI junto con Francisco. Será una ceremonia solemne en la que participarán todos los cardenales presentes ya en Roma para asistir al Cónclave que elegirá a su sucesor.
La procesión. Será la noche anterior al funeral, se cerrará el ataúd y se cubrirá el rostro del Pontífice con un velo de seda blanca.
Las exequias. Comenzarán con una procesión encabezada por un sacerdote que portará una cruz, seguido por el féretro y el clero. Sobre el féretro se colocará un libro de los Evangelios. Como estipulan la normativa litúrgica vaticana, los purpurados portarán la mitra blanca damascada; los arzobispos y obispos, amito, alba, cíngulo y mitra blanca simple; y los sacerdotes concelebrantes, la estola roja.
Los asistentes. Numerosos líderes internacionales, incluidos los Reyes de España, Macron, Trump, Lula, Zelenski, Milei y Von der Leyen, han confirmado su asistencia. La delegación española estará compuesta por Feijóo, Montero, Díaz y Bolaños.
Los ausentes. Algunos reclamados por los tribunales, como el ruso Vladímir Putin; otros vetados, como el taiwanés Lai Ching Te; y finalmente el propio presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Tras la misa. Se celebrarán los tradicionales ritos de la Ultima commendatio y la Valedictio, con los que la Iglesia católica encomienda el alma del pontífice al Señor.
Lo de siempre. El funeral seguirá los ritos establecidos por el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que regula las exequias de los Papas. Una tradición milenaria en la historia de la Iglesia católica.
Lo que cambia. Sin embargo, en noviembre de 2024, el Pontífice simplificó el ceremonial, sobre todo con lo que respecta a la secular tradición de la ostensión del cuerpo de los difuntos Papas durante el velatorio. De ahí la decisión de no mostrar a los fieles el cuerpo sobre un catafalco, sino dentro del ataúd abierto, y eliminar la cámara mortuoria intermedia en el Palacio Apostólico Vaticano para las autoridades eclesiásticas y civiles.
Más sencillo. La idea es que el funeral del Papa se parezca más al de los obispos. Por eso, Francisco también estableció que durante los ritos se usen formas sencillas para referirse al Pontífice, que es también Obispo de Roma.
Una cita. “La tumba debe ser en la tierra; sencilla, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”, escribió el Pontífice en su testamento hecho público por el Vaticano tras su muerte.
Un sólo ataúd de madera. A diferencia de sus predecesores, Francisco será enterrado en un sólo ataúd en lugar de los tres habituales (de ciprés, plomo y roble). Su cuerpo recibirá sepultura con una bolsa que contiene varias monedas acuñadas por el Vaticano durante su pontificado y un bote con un rogito o escritura, que enumera brevemente los detalles de su vida y papado. Este documento será leído en voz alta antes de cerrar el ataúd.
El último viaje. Durará unos seis kilómetros, desde la plaza de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor, en el barrio romano del Esquilino, donde será inhumado. Un trayecto que atravesará las calles del centro de Roma. El itinerario no ha sido aún confirmado, pero no se excluye que el cortejo fúnebre pueda realizar un breve recorrido por los lugares más simbólicos de la capital italiana. El féretro del pontífice podría llegar a la Plaza Venecia, cruzar los Foros Imperiales hasta el Coliseo y alcanzar la basílica donde recibirá sepultura a través de la Via Merulana.
Los últimos en despedirlo. Los pobres. El Papa, que eligió su nombre en honor a San Francisco de Asís, un santo símbolo de la austeridad y servicio a los más necesitados, recibirá su último adiós acompañado por los pobres que fueron la brújula de su papado. El Vaticano anunció que “un grupo de personas pobres y necesitadas” estará presente en la escalinata de acceso a la basílica de Santa María la Mayor antes del ingreso del féretro del Pontífice.
El sepulcro. La tumba donde será enterrado el Papa fue realizada en mármol procedente de Liguria, la región italiana de donde procedía la familia materna de Jorge Mario Bergoglio. Sobre ella, por expreso deseo del difunto Papa, sólo aparece la reproducción de su cruz pastoral y una única inscripción escrita en latín: Franciscus. El sepulcro fue dispuesto en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza de la basílica, cerca del Altar de San Francisco.
Sepultura extramuros. Francisco será el primer Papa sepultado fuera del Vaticano desde León XIII en 1903. El Pontífice eligió para su descanso eterno la basílica romana de Santa María la Mayor, cerca de la estación de trenes de la capital italiana. Según confesó en varias ocasiones era en este centro mariano, uno de los más importantes de Roma, que el entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio solía rezar durante sus visitas a la capital italiana.
Un lugar conocido. El Pontífice rezaba ante la 'Salus Populi Romani', un icono bizantino de la Virgen, antes y después de cada viaje apostólico. Esta también fue su primera parada tras salir del Hospital Gemelli de Roma el 23 de marzo antes de regresar a su residencia en la Casa Santa Marta en el Vaticano.
Los gastos. Serán cubiertos por un beneficiario que permanece anónimo, según dispuso el Papa en sus últimas voluntades comunicadas por el Vaticano tras su muerte.
Los Novendiali. La misa funeral del Papa dará inicio a los Novendiali, el periodo de nueve días consecutivos de luto que estarán marcados por misas en memoria del difunto Pontífice. Tras ese periodo se podrá convocar un nuevo Cónclave de cardenales para elegir al sucesor de Francisco, en un plazo que no podrá superar los 20 días desde su muerte.
Fuente: El Español
Comentarios